Hace más de un año, un varón me dijo: gorda, despectivamente, como insulto. Nunca en mi vida me habían tratado de esa forma, me decían gorda; pero no como insulto, siempre fue con cariño. 
Cuando le  comenté a Jaime, estuve con uno nudo en la garganta, quería llorar de la impotencia de no haberlo agarrado de cachetadas a ese hombre. Jaime siempre desde que nos conocimos me ha hecho sentir bien, es la persona que siempre me ha levantado los ánimos cuando me he siento las más  fea del mundo (sí, malditos estereotipos) Desde ese entonces me mire al espejo, tenía un gran cambio, mi cuerpo no era de la chica de 22 años. Mi cuerpo cambio y por completo. Las estrías se asoman, la celulitis, el abdomen flácido y la talla de pantalón 30 ya no te queda más. Quizás por eso no compraba mucha ropa, no quería, ¿para qué iba hacerlo? Con este cuerpo que me voy a poner ja , baja autoestima ¿no? No me arreglaba para nada, y yo siempre me ponía algo para salir, al menos delineador jaja, en ese tiempo ni eso.

Los temores o miedos, son normales en todos nosotros; comenzamos desde pequeños con el temor a estar solos en un cuarto o cuna, por eso gritamos, lloramos y queremos estar con nuestra mamá. Los miedos son normales, y en cierta parte positivo para que ayude evitar accidentes a nuestros hijos, ser prudentes y superar dificultades, claro que tú debes estar ahí para ayudarlo. 
¿A qué tienen miedo nuestros hijos? 
Vamos hablar de lo miedos que puedan tener nuestros hijos, me cuentas si con alguno te sientes identificada.