Pequeña, 
No sabes la emoción que sentimos, cada día nos falta poco; no sé quién gana con tantos sentimientos si yo o tu hermana porque somos las más entusiasmadas cuando vemos cualquier cosa para ti.
No sabes cuánto te hemos esperado, no sabes cuánto te hemos deseado...
Eres nuestra pequeña, la que seguro hará más travesuras, la que seguirá a su hermanito para jugar, la engreída de la hermana mayor, la pequeña de papá y la enanita de mamá.
Perdóname por los momentos que has sentido a causa de mi estrés, no ha sido bueno para ti, y para mí tampoco; pero hemos seguido adelante superando cualquier obstáculo estás conmigo todavía, bien sujetada y aferrada a mamá. 


Gracias pequeña, gracias por decirme que estás ahí y hacerme recordar lo valioso de la vida cuando te mueves al escuchar a tus hermanos o cuando sientes a papá.
Mis pechos ya se están preparando para tu llegada, y mi cuerpo más que preparado, espera el momento para sentir con ganas cada contracción de amor.
Desperté soñando contigo, no te parecías a nadie, eras tú, con tus propios encantos, como tus hermanitos.
Tenías mucho cabello, tenías la nariz rosada y tus ojos rasgaditos, con una sonrisa enorme y con ganar de mamar.
Pequeña, gracias por elegirnos como tu familia, una familia loca, una familia imperfecta, una familia que te amo mucho antes que supiéramos que vivías en mi vientre.
Necesito contarte muchas cosas, cosas que he pasado antes del embarazo y durante del embarazo, solo te puedo decir que esta última etapa es la mejor, rodeada de gente que nos quiere y se preocupa por nosotras,  rodeada de amor y cariño extremo de tus hermanitos y de tu papá que te ama.
Mi cuerpo cambio más, tú estás creciendo, y te siento cada día más. Me canso, estoy agotada al finalizar el día pero nada se compara terminar feliz, ver que estoy criando a unos pequeños revoltosos pero hermosos, que solo quieren llegar a dormir con papá, mamá y contigo, nuestra enanita. 



Ecografía de Cegofer, Facebook: https://www.facebook.com/cegoferperu/?fref=ts